sábado, 19 de abril de 2014

tercer sábado de abril - noche chilena / si no leemos nos comen los mosquitos


La escriba llega tarde. Una hermosa mesa en el patio, está fresco así que los hombros de las mujeres se cubren con chales. Una antorcha con citronela nos protege de los últimos mosquitos del verano. Osmar avisó que no venía, Jorge tampoco.
La noche (y la merienda y la cena) estará dedicada a la poesía chilena:



Comienza la lectura Nancy con un texto que le acercara Jorge durante el día: “Dulcísima poesía”, así lo titula, y rescato una frase que surge del escrito: “Por medio de la poesía la palabra trasciende”


                                                         DULCÍSIMA POESÍA


Esto lo dijo enfáticamente una poeta, Susana Garfunkel (1), hacedora de una poesía bella, sentida y profunda. ¿De dónde viene la dulzura?, se pregunta Virginia, uno de los personajes de Clarice Lispector.
La poesía es una oración laica, dijo Roberto Juarroz, una liturgia pagana, Teresa Najos (2). La misa ricotera. La música conmueve, la poesía conmueve, el misterio conmueve. Misterio. Atrayente palabra. Días atrás se habló de un día feriado, festivo; fiesta significa celebración. Para los judíos Pesaj recuerda la liberación de la esclavitud. El Jueves y el Viernes Santo recuerdan la barbarie del hombre sobre el hombre: el escarnio, la tortura y la muerte. No matarás, pero mataron igual. Y el Sábado (hoy) para el cristiano es día de silencio, de espera; la de la Resurrección.
Todo esto es misterio, como lo es la poesía. Días atrás se hablaba de cuando la ciencia trasciende. Por medio de la poesía la palabra trasciende, por medio de sus actos el ser humano trasciende; como Alfredo Alcón, como Juan Gelman.
Estoy escribiendo como aprendí de los grandes: al fluir de la conciencia (Wolf, Joyce, etcétera); distraídamente (Lispector); al devenir de la mano digo yo. Wolf, maestra: ¿Qué hubiera escrito Emily Brontë si acaso dispusiera de un cuarto propio? Y seguimos buscando el cuarto propio. Poderoso caballero es don dinero; Los sueños, sueños son; Volverán las oscuras golondrinas.
A las golondrinas las espera Osmar año a año. El dinero fue el límite cultural en una época y es el material ahora: Mondadori, Amazon y demás cercenan la poesía, la hacen negocio y algunos se dejan embaucar. ¿Y los sueños?
Cuando la poesía se acerca a la novela será más novela y será mas poesía, nos dice Virginia Wolf. En verso o en prosa. Varias manos lo lograron. Como Sara Gallardo.
“Eisejuaz”... Lisandro Vega, el mataco, el místico, el loco. Es la liturgia pagana… Sara Gallardo logra un sincretismo entre la Gloria y lo más primitivo del hombre. Ese texto es único. Y es poesía en prosa. Sara es provocadora, es iconoclasta y a eso vamos: romper esquemas. Si se abandonó la declamación y la retórica que se abandone la lógica y hasta el mismo sentimiento para llegar a lo hondo del ser y hacer palabra el misterio; que lo inefable deje de serlo para que aparezca el nuevo umbral, para cruzarlo, de a poco, animadamente. Es el desafío. Escribir al devenir de la mano, a lo que mis entrañas dicten y no mi razón.
Lograrlo es esa dulcísima poesía y es el triunfo de la resurrección. ¿De quién? ¿De un dios?
No. La del hombre, su trascendencia.


1 Asistente a talleres literarios, no ha publicado.
2 Periodista, poeta, docente y fundadora de talleres literarios en CABA. Ha publicado.
 

Nancy continúa con su lectura compartiendo un poema de Pablo Neruda, previo buscar una luz, luego un farol, hasta que finalmente aceptara que alguien le ceda los lentes, y es que Nancy se niega a lo inevitable: la presbicia (¡qué bella se ve con los lentes!)

El culpable

Pablo Neruda

Me declaro culpable de no haber
hecho, con estas manos que me dieron,
una escoba.
Por qué no hice una escoba?
Por qué me dieron manos?
Para qué me sirvieron
si sólo vi el rumor del cereal,
si sólo tuve oídos para el viento
y no recogí el hilo
de la escoba,
verde aún en la tierra,
y no puse a secar los tallos tiernos
y no los pude unir
en un haz áureo
y no junté una caña de madera
a la falda amarilla
hasta dar una escoba a los caminos?
Así fue:
no sé cómo
se me pasó la vida
sin aprender, sin ver,
sin recoger y unir
los elementos.
En esta hora no niego
que tuve tiempo,
tiempo,
pero no tuve manos,
y así, cómo podía
aspirar con razón a la grandeza
si nunca fui capaz
de hacer
una escoba,
una sola,
una?


Luego, Micaela comparte el poema XVIII, de "Veinte poemas de amor y una canción desesperada":

Poema XVIII 

Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.

Se desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.

O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.

Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.

Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.

Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.

Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento, quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.

 

Pablo acota: "-Un Neruda muy joven, escrito en 1923 y el nació en 1904" …es un intelectual sin dudarlo, tal vez el único de hermano William. Salud Pablo! Aunque Wikipedia lo fecha en 1924, en 1923 Crepusculario… ¿qué es un año?, probablemente meses.

Sabri sigue con Neruda, aparentemente el único autor conocido por el grupo…en realidad el más amado.

Del libro "Plenos poderes", poema dedicado a Valparaíso:   

Al mismo puerto

Valparaíso tiene hilos,
copas de largo alcance,
redes entrelazadas.
Y bajo la espesura
de todo el mar cuando se desarrolla
y crecen una a una las escamas
de solitarios peces,
o donde los arpones
ensangrentados duermen palpitando
sueños de sal y sangre.
O más allá, en el pecho
del poeta,
Valparaíso cava
y busca y halla
y abre y deja
una red emboscada
en la firmeza:
entonces vuelan imprevistas lanzas,
máquinas
amarillas,
los hambrientos petreles,
la habitación sin rumbo
entre los cerros,
sostenida
por un pétalo puro de pintura.
Y también en el cielo
el ave atardecida,
o el ciclónico avión endurecido
como bala de luna,
todo
arriba
recibe
la emanación portuaria,
y sigilosa
la estrella se dirige
a la pobre bahía,
a las casas colgadas,
al duelo, al desamparo,
a la alegría
del fin del mar, de la sirena pobre,
de la ciudad marina
que el océano atroz no desmorona
ni sepultó el castigo de la tierra.
Tiene Valparaíso
correspondencias negras con el viento,
deudas con el rocío,
agujeros que no tienen respuestas,
explícitos alcaldes que pasean
perritos tristes al atardecer,
domingos silenciosos de sarcófago;
pero no importa, todo
se comprende
cuando por tierra o mar o cielo o hilo
se siente un golpe como 
cucharada;
algo llama, algo cae,
polvo frágil de sueño,
latido o luz del agua,
imperceptible
signo,
harina o sal nocturna.
Y allí mismo doblamos
la mirada
hacia Valparaíso.

Diego, a pesar del pisco Huidobro que nos ha prometido, sigue con Neruda:

[Allí está el mar? Muy bien, que pase]

Ahí está el mar? Muy bien, que pase.
Dadme
la gran campana, la de raza verde.
No ésa no es, la otra, la que tiene
en la boca de bronce una ruptura,
y ahora, nada más, quiero estar solo
con el mar principal y la campana.
Quiero no hablar por una larga vez,
Silencio, quiero aprender aún,
Quiero saber si existo.

Isla Negra. Invierno del 73   

Y luego... 

Botánica
 
El sanguinario litre y el benéfico boldo
diseminan su estilo
en irritantes besos de animal esmeralda
o antologías de agua oscura entre las piedras.

El chupón en la cima del árbol establece
su dentadura nívea
y el salvaje avellano construye su castillo
de páginas y gotas.
La altamisa y la chépica rodean
los ojos del orégano
y el radiante laurel de la frontera
perfuma las lejanas intendencias.
 

Quila y quelenquelén de las mañanas.
Idioma frío de las fucsias,
que se va por las piedras tricolores
gritando viva Chile con la espuma!

El dedal de oro esperalos dedos de la nieve
y rueda el tiempo sin su matrimonio
que uniría a los ángeles del fuego y del azúcar. 


El mágico canelo
lava en la lluvia su racial ramaje,
y precipita sus lingotes verdes
bajo la vegetal agua del Sur.

La dulce aspa del ulmo
con fanegas de llores
sube las gotas del copihue rojo
a conocer el sol de las guitarras.

La agreste delgadilla
y el celestial poleo

bailan en las praderas con el joven rocío
recientemente armado por el río Toltén.

La indescifrable doca
decapita su púrpura en la arena
y conduce sus triángulos marinos
hacia las secas lunas litorales.

La bruñida amapola,
relámpago y herida, dardo y boca,
sobre el quemante trigo
pone sus puntuaciones escarlata.

La patagua evidente condecora sus muertos
y teje sus familias
con manantiales aguas y medallas de río.

El paico arregla lámparas
en el clima del Sur, desamparado,
cuando viene la noche
del mar nunca dormido.

El roble duerme solo,
muy vertical, muy pobre, muy mordido,
muy decisivo en la pradera pura
con su traje de roto maltratado
y su cabeza llena de solemnes estrellas.

Claudia se olvidó los lentes pero no se salva, hay dioptrías para compartir … y lee a Leo Lobos, de su poemario “Ángeles eléctricos”:


Poema Inicial

Muy de tarde en tarde,
muy de cuando en vez.....

las campanas indicaban el fin de la época
del hastío

las niñas y los niños cantaban
canciones de moda

algunos que estaban
allí desde los tiempos antiguos
soñaban
con el vuelo de las águilas

nuevos y viejos
habitaban bajo
el
mismo techo



Rapid eye movement – REM 
de “REM”

Vivieron leyendo
escribiendo
rezando
más allá del monólogo interior
más allá de la muerte.


Silencioso dentro de la noche

“Ser como o rio que deflui
silencioso dentro da noite”

Manuel Bandeira

Fluir, leve andar
descalzo inflar lento los pulmones
pesar cada paso
sentir
cada instante entrar
silencioso dentro
de la noche
como si ella
fueras

                                          Marnay-sur-Seine, Francia, 2002.



Silvana lee de Pablo Neruda:

Nace 
de “Plenos Poderes”

Yo aquí vine a los límites
en donde no hay que decir nada,
todo se aprende con tiempo y océano,
y volvía la luna
sus líneas plateadas
y cada vez se rompía la sombra
con un golpe de ola
y cada día en el balcón del mar
abre las alas, nace el fuego
y todo sigue azul como mañana.


Pablo propondrá un final Nerudiano…pero no lo logrará:


Repertorio 
de “Estravagario” 

Yo te buscaré a quién amar
antes de que no seas niño:
después te toca abrir tu caja
y comerte tus sufrimientos.
Yo tengo reinas encerradas,
como abejas, en mi dominio,
y tú verás una por una
cómo ellas se peinan la miel
para vestirse de manzanas,
para trepar a los cerezos,
para palpitar en el humo.
Te guardo estas novias salvajes
que tejerán la primavera
y que no conocen el llanto.
En el reloj del campanario
escóndete mientras desfilan
las encendidas de amaranto,
las últimas niñas de nieve,
las perdidas, las victoriosas,
las coronadas de amarillo,
las infinitamente oscuras,
y unas, pausadamente tiernas,
harán su baile transparente
mientras otras ardiendo,
fugaces como meteoros.
Dime cuál quieres aún ahora,
más tarde ya sería tarde.
Hoy crees todo lo que te cuento.
Mañana negarás la luz.
Yo soy el que fabrica sueños
y en mi casa de pluma y piedra
con un cuchillo y un reloj
corto las nubes y las olas,
con todos estos elementos
ordeno mi caligrafía
y hago crecer seres sin rumbo
que aún no podían nacer.
Lo que yo quiero es que te quieran,
y que no conozcas la muerte


Sandra leerá  a Gonzalo Rojas, momento de gran revuelo. Nancy descubre que Santos Lugares es una tierra de doble…pensándolo mejor, podría ser de aparecidos. Parece que Rojas y Pessoa se pasean por A. La Plata y suelen detenerse a mirar los libros en hermano William.
Nos queda el interrogante…¿ quiénes serán estos hombres? ¿son hombres o fantasmas? Y  es que Sábato, Denevi, hombres de estos pagos tal vez atrajeran a otros escritores. Osmar ya nos aclarará.


Requiem de la mariposa 
Gonzalo Rojas

Sucio fue el día de la mariposa muerta.
                                                    Acerquémonos
a besar la hermosura reventada y sagrada de sus pétalos
que iban volando libres, y esto es decirlo todo, cuando
sopló la Arruga, y nada
sino ese precipicio que de golpe,
y únicamente nada.
Guárdela el pavimento salobre si la puede
guardar, entre el aceite y el aullido
de la rueda mortal.
                         O esto es un juego
que se parece a otro cuando nos echan tierra.
Porque también la Arruga…
O no la guarde nadie. O no nos guarde
larva, y salgamos dónde por último del miedo:
a ver qué pasa, hermosa.
                                   Tú que aún duermes ahí
en el lujo de tanta belleza, dinos cómo
o por lo menos, cuándo.

 

Fuera de toda lógica nos rendimos al Tao que comienza diciendo: “El sentido que puede expresarse/ no es el SENTIDO eterno…” y como parece que Gustavo no erradicará a este chino que nunca sabremos si existió y no hemos descubierto aún a un doble que lo represente ni se pare en la vidriera de hermano William a mirar libros, y como en ese sentido la responsabilidad es de Nancy que no trae más que lengua castiza y algo de inglés pero de chino-mandarín nada; aunque podemos comenzar a sospechar que debajo del bigote Gustavo esconde a un chino indocumentado, pasamos a cerrar el ciclo de lectura de este sábado con el Tao que no es chileno, pero lo más probable es que quien sabe.


EL SENTIDO – XXXII

El eterno SENTIDO
es la simplicidad sin nombre.
Aunque es pequeño,
el mundo no osa avasallarlo.
Si príncipes y reyes supieran atenerse a él,
todo sería tan adaptable como un invitado.
Se unirían Cielo y Tierra
y dejarían caer un grato rocío.
El pueblo, sin que se le ordenase nada,
recobraría la armonía.
El afán de estructurar
engendra los nombres.
Todo nombre desemboca en el Ser,
porque allí todo debe detenerse.
Sabiendo dónde parar,
ningún peligro se corre.
La relación entre SENTIDO y mundo es comparable,
a los arroyos de la tierra,
que se derraman en las corrientes,
y a los ríos del valle,
que se arrojan al mar.


La reunión se cierra cuando levantamos la mesa porque los chales ya no alcanzan, y los mosquitos dejaron de fastidiar pero no sabemos si por la citronela o porque se congelaron.
Se extiende la mesa y comienza una batucada en honor a Huidobro, del que nada se leyera, todos brindamos con un pisco… riquísimo! Deisy trae unas empanadas buenísimas, jamás las olvidaremos y es que queremos bis. Deisy, la única chilena de pura estirpe , Claudia y el descubrimiento de quien es la verdadera autora de la tarta de puerros que siempre trae Pablo, se suceden una serie de discusiones y malos entendidos acerca del rol varonil en los menesteres de la cocina y Pablo, con su sabiduría aclara: ¡Los platos son cosa de hombres! Y allí termina la discusión, las mujeres salimos al patio y nos fumamos unos habanos mientras hablamos de muchachos, saboreando una exquisita mousse de limón Sabrinesca...también bis.



Cerraríamos ¡y FINALMENTE! con ... Vicente Huidobro, con algunos poemas de su libro "Poemas árticos":

Sombra

La sombra es un pedazo que se aleja
Camino de otras playas

En mi memoria un ruiseñor se queja
Ruiseñor de las batallas
Que canta sobre todas las balas


Hasta cuándo sangrarán la vida

La misma luna herida
No tiene sino una ala

El corazón hizo su nido
En medio del vacío

Sin embargo
Al borde del mundo florecen las encinas
Y LA PRIMAVERA VIENE SOBRE LAS GOLONDRINAS


Los inútiles, aquellos que nos convocaron, quedarían para otro sábado, o, quien sabe, para todos los sábados.


(Por Sandra Real)

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